Antes de mencionar cómo se desarrolla el hábito de leer, tanto en los niños como en los adolescentes se debe resaltar que un factor importante que influye en la formación de este hábito son los padres y los docentes ya que se acercan a ellos a través de experiencias, afectos e intereses que compartan en común.
Para formar el hábito de lectura se deben respetar los derechos del lector, ya que no debe ser presionado ni obligado a leer, de lo contrario su automotivación por la lectura puede disminuir. Los derechos del lector incluyen: derecho a leer lo que más le guste, a terminar o no de leer un libro, a empezar a leer el libro por dónde más le guste, a cuestionar su contenido, a saltarse las páginas, a leer cual tipo de material de lectura (diarios, revistas, afiches, documentos, películas, cartas, correos electrónicos, chats, weblogs, etc), a releer, a leer en cualquier lugar, a leer en voz alta o en silencio.
Para Salazar (2006) existen cuatro etapas en la formación del hábito lector:
Etapa 1. Incompetencia inconsciente: en esta etapa, al formar hábitos de lectura, se debe considerar la tarea de identificar factores favorables a ella como gustos, costumbres y predisposiciones básicas de las personas.
Etapa 2. Incompetencia consciente: aquí la persona es consciente de la necesidad que tiene de leer y aparecen las dificultades e incomodidades cognitivas y afectivas por los avances y retrocesos que se tienen.
Etapa 3. Competencia consciente: se percibe la sensación de logro y placer cuando se lee y se observan las secuencias básicas del comportamiento lector, es decir, establece la finalidad de la lectura, la elección del texto es precisa, selecciona y aplica técnicas y estrategias conforme los objetivos de la lectura y tipo de material.
Etapa 4. Competencia inconsciente: en esta etapa ya el hábito de la lectura ya está formado, se domina todo el proceso y sus partes, se ejecuta de forma fluida y constante y se tienen proyectos personales de lectura.
La formación del hábito de la lectura demanda principalmente del entrenamiento que se le dé a esta, un buen comienzo para iniciar en su hábito es optar por leer lo que más nos gusta, a medida que se le va tomando el ritmo se puede ir cambiando de temas o del tipo de material de lectura. Generalmente tanto los niños como los adolescentes se pueden cansar y/aburrir de lo que estaban leyendo, por eso es importante dejarlos que vayan a su propio ritmo y acompañarlos durante todas etapas para una buena formación del hábito de leer.
Fuente:
https://www.mineduc.gob.gt/digeduca/documents/investigaciones/habitos-lectura.pdf
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